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EL RÍO EBRO RESURGIÓ CON “DOROTHEA”.

Riada. El “ordinario” caudal del río volvió causar daños en cultivos, manteniendo a toda la ribera en tensión por el posible comportamiento de esta nueva avenida.

Nuevamente la riada de finales del mes de febrero, en día bisiesto, llegó asociada al temporal meteorológico acontecido aguas arriba en el fin de semana previo. La borrasca denominada “Dorothea” asociada a un frente atlántico húmedo y frío trajo abundante lluvia que principalmente afectaron a las provincias de Guipúzcoa, Navarra, además del Pirineo aragonés y navarro. Las fuertes precipitaciones en zonas altas de cabecera ocasionaron que tuvieran que -previamente a la llegada de las aguas pluviales- regularse embalses con suelta de caudal para seguir laminando agua.

El caudal del Ebro aumentó su caudal en la jornada del 27 de febrero alcanzado su “pico de agua” a su paso por Gallur entre la madrugada y mediodía del jueves 29 de febrero. En el aforo de Castejón de Valdejasa (Navarra) llegó un caudal total de 2.088 m3/sg. aunque inicialmente las previsiones eran de 2.200 m3/sg.

El proceso de la avenida del caudal se comprobaba mediante apreciación visual y la corroboración del mismo en los datos que publicaba en la web SAIH Ebro. La información sobre la llegada de esta riada no se efectuó de manera oficial mediante las instituciones oficiales: CHE, Delegación del Gobierno y Gobierno de Aragón, lo cual fue altamente reprobado por los alcaldes de la ribera del Ebro, que inquietos no sabían a qué atenerse en la toma de decisiones. La información finalmente llegó vía oficial en el mismo día en que la punta de agua entraba en término aragonés, el jueves 29 de febrero, día en el que se estableció rápidamente el “Puesto de Mando” en la localidad de Luceni, y hasta el cual se desplazó el Delegado del Gobierno, en Aragón, Fernando Beltrán, y con posterioridad el Pte. Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, que citó a los alcaldes de la Ribera Alta a las 13 horas para informar de la situación que ya estaban sufriendo.

EFECTIVOS DESPLEGADOS

Como medidas preventivas y paliativas desde Delegación del Gobierno, DGA y DPZ se pusieron a disposición de los municipios de la ribera todos los medios disponibles y necesarios. Efectivos de protección Civil de la Comarca Ribera Alta del Ebro, Cuerpo de Bomberos de DPZ y la UME estuvieron presentes desde Novillas y durante las 48 primeras horas de la llegada de la punta del agua.

Delegación del Gobierno en Aragón explicaba que a pesar de ser calificada la riada como ordinaria, se establecía la denominación de “Nivel 2” debido a que “adicionalmente a los medios de los que dispone la Comunidad Autónoma para hacer frente a las emergencias, se solicitan medios, -en este caso son unidades de achique de la UME- de manera que el Gobierno de España interviene de inmediato coordinadamente en estrecha colaboración con los medios autonómicos y de diputaciones provinciales y comarcales en materia de protección civil, de manera que se suman todas la capacidades de Aragón a las que se suman las capacidades del Estado para hacer frente a la situación”.

Las carreteras travesía A-127 acceso a Gallur por el puente del río, y la CP-3 Pradilla-Boquiñeni, fueron coratdas al público durante 24 horas por anegación de calzada. 

AFECCIONES EN GALLUR.

Este nuevo aumento de caudal era denominado por CHE como crecida “ordinaria” del río Ebro. Sin embargo, debido a la suciedad y “embozamiento” que presenta el cauce del río ha sido de nuevo con efectos extraordinarios. Dedse la Ribera, se sigue solicitando la limpieza del cauce, medida que junto con otras ya realizadas por CHE, sería la necesaria y efectiva para que con menor caudal no tuviera efectos excepcionales.

En Gallur, aproximadamente 800 hectáreas quedaban bajo las aguas de la calificada riada “ordinaria”. Más de una semana después de haber llegado la “punta de agua” muchos cultivos seguían anegados. . Los desperfectos en los cultivos serán valorados una vez se evacue el agua de los campos.

La compuerta de la “boca” del barranco San Cristóbal funcionó perfectamente evitando la entrada de agua al casco urbano. La misma estuvo cerrada dado el elevado nivel del caudal desde el 27 febrero al 6 de marzo, evacuando agua más de una semana a través del sistema de moto-bombas.

Tanto el baden elevado ubicado al final de la zona recinto ferial acceso con barranco San Fermín, como el muro de contención de hormigón y cordón elevado de zahorra, también fueron herramientas preventivas para evitar el acceso del agua al recinto ferial.