NECROLÓGICA: ÁNGEL VIDAL SEVIL
Obituario. Cuesta admitir que no volverás a mantener una conversación a la vuelta de la esquina con personas que aprecias y que siempre tenías algo de lo que hablar aunque fuera del tiempo.
No era este el caso, porque cuando hablabas con Ángel, a la vuelta de la esquina de la calle, en la radio, o en la Bodega del Canal, siempre el tema de conversación era el Belén de Navidad, que en definitiva era el Belén de Ángel Vidal Sevil, y por antonomasia el “Belén de Gallur”.
El último trimestre del año siempre estaba destinado a comprobar como Ángel trabajaba intensamente, con ilusión y sobre todo mucho esfuerzo. Avanzaba en la construcción con tenacidad “espartana” para seguir dando vida a su obra: el Belén. Kilos de corcho, arena, musgo, cables… se esparcían por el suelo de la Bodega del Canal, mientras que en cajas aguardaban figuras, palmeras… En las citadas dependencias municipales, tenía instalado –desde hace décadas- el centro de operaciones en el que Ángel desarrollaba toda su creatividad para dar vida, cada año diferente, a un paisaje, construido mediante casas que a su vez había creado él. Todo a imagen y semejanza de edificios y parajes galluranos, y/o aragoneses, dotándolos de identidad propia perfectamente definida con minuciosidad. Una obra de arte que manaba de quien desde muy niño había vivido con una intensidad difícilmente de hallar en otro semejante.
El diseño del Belén que cada año realizaba, comenzaba justo en el momento en el que acababa de montar en cada edición. Su mente trabajaba para dar vida al siguiente, y de esta forma seguir gozando de la admiración y las congratulaciones de los cientos de visitantes que durante un mes recibía él como creador y representante del “Belén de Gallur”, en definitiva su obra: el “Belén de Ángel Vidal”.
Este año, en estas fechas, deberíamos de estar gozando una año más, de su preciada obra de arte. Sin embargo, el destino siempre volátil y caprichoso, ha querido dejarnos sin la mayor y más valiosa pieza que poseía el Belén: su presencia y dadivosidad. Una pérdida irreparable, irremplazable que todos recordaremos con gran admiración, cariño, gratitud y con la certeza de que el Belénde Navidad siempre irá ligado a su figura.
Descanse en paz Ángel, lleva nuestra admiración y aprecio eterno.