ANTE EL SILENCIO ADMINISTRATIVO DEL GOBIERNO DE ARAGÓN Y CHE, LOS ALCALDES RIBEREÑOS REITERAN A LA ADMINISTRACIÓN LA URGENTE NECESIDAD DE ADOPTAR SOLUCIONES PREVENTIVAS A LAS RIADAS
Tras dos meses y medio de la última de las avenidas, y con el mantenimiento de un alto nivel del caudal del río Ebro durante todos estos meses, la administración autonómica sigue sin establecer ningún signo de comunicación con los alcaldes ribereños.
Luís Eduardo Moncín, alcalde de Pradilla y Pte. de la Comisión de Municipios Afectados por las riadas indica que “todos mis compañeros y alcaldes de la ribera hemos llamado al Gobierno de Aragón, a la consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente para podernos reunir con el consejero y la Pta. del Gobierno de Aragón tal y como se nos había prometido, pero no ha sido posible porque al parecer están buscando fecha y no la encuentran”.
Así, tras un tiempo prudencial y ante la inexistente comunicación por parte del gobierno autonómico, el pasado 26 de marzo convocaban de nuevo una reunión en la sede de la FAMP para volver a acordar medidas que sean efectivas y fundamentalmente “para ser atendidos”. En la reunión a la que asistieron la mayoría de los alcaldes acordaba de nuevo -en acta y por unanimidad- solicitar una reunión con la Presidenta del Gobierno Autonómico Aragonés, y hacer llegar sus reclamaciones a la CHE y al Justicia de Aragón.
Además, desde la Comisión se está estudiando “presentar entre todos los ayuntamientos afectados acciones legales para reclamar los daños producidos”.
Moncín explica que “ya no sabemos qué hacer, nos vemos impotentes ante la pasividad y el letargo de la administración, hay nervios y muy mal estar por parte de los ciudadanos por los daños producidos por las riadas, por la necesidad de arreglar las infraestructuras y por la nula comunicación para saber qué medidas se van a adoptar desde la administración. Los vecinos nos reclaman soluciones y a nosotros no nos hacen caso alguno”.
Como responsables de los municipios afectados los alcaldes reiteran que “la administración de nuestra comunidad no nos hace caso ni siquiera para reunirse con nosotros”. Piden sentarse a dialogar con los responsables de la CHA y DGA para estudiar los desperfectos y saber qué medidas adoptar para “comenzar a articular un sistema de compensación a los afectados, cómo y cuándo se van a llevar a cabo los arreglos en infraestructuras dañadas”. Los alcaldes, al igual que los ciudadanos no pueden entender el porqué no se adoptan medidas preventivas –como la limpieza del cauce del río- para evitar afecciones que hacen peligrar la economía y sostenibilidad social en la zona basada en la agricultura y ganadería. Manifiesta que “los agricultores viven de la agricultura y si no actúan en el río deberán de poner un nuevo sistema de vida a estas gentes, o lo tendrán que pagar”. Además de los daños en agricultura e infraestructura Moncín vuelve a advertir que las riadas están producen “inseguridad y peligro en los cascos urbanos” una situación que aumenta cada vez más con menos caudal.
El Pte de la Comisión de Municipios afectados no se cansa de decir que cada vez con menos caudal hay más daños y que “cuando haya una desgracia se echarán las manos a la cabeza, y eso es lo que no puede admitirse, hay que prevenir”. Además critica duramente la actitud de los mandatarios políticos aragoneses indicando que “cuando hay que venir al río es cuando no hay avenidas que es el momento para realizar actuaciones, cuando hay que trabajar” apostillando que “aquí necesitamos acciones, hechos, y además con urgencia, no las fotografías de los políticos en plenas riadas”.
Las gentes de la ribera se sienten solos, indiganados, como su perplejidad y estupor que va en aumento. Como el caudal del río que sigue efectuando ascensos periódicos.
En época de lluvias, con los embalses llenos y una gran reserva nival por fusionarse, la respuesta del río está pendiente del comportamiento meteorológico. Quizá cuando el río vuelva a hablar, el mensaje enviado periódicamente en estos últimos meses y años haya llegado demasiado tarde a la administración. Eso en la ribera ya se sabe…